Paolo Petricevic escritor

Empecé a trabajar durante las vacaciones de verano cuando tenía quince años. Después de cincuenta y un años, finalmente se acerca el momento de la jubilación. Decidí convertirme en escritor. ¿Existe el síndrome de abandono del teclado? Ya a los ocho años descarté cantar y bailar. Excelente pintor pero limitado al blanco, para mantener al menos el cerebro joven, creo que es la elección correcta. Espero tu confirmación. He pasado años construyendo, primero en edificaciones y luego en informática. Como muchos de los llamados "niños de corazón", tengo muchos recuerdos bonitos. Absolutamente indiferente al problema de la inteligencia artificial (IA), pero muy preocupado por la estupidez natural (EN). Pensé en comenzar con una serie de libros electrónicos: “Ideas osito”. El primero es: “La valentia del salmón” en kobo. Extrañando mis aventuras juveniles en África, ahora, después de años de: BASIC, CLIPPER, C, C++, Powerbuilder, Javascript, Java, PHP, GO, Ruby on Rails, Haskell, Erlang, Rust, a estos los considero sólo como compañeros de un largo viaje, durado treinta y ocho años. Recuerdo los momentos agradables y olvido las "peripecias" por las versiones incompatibles o por las actualizaciones bloqueadas. Finalmente, las horas de "debug" que pasamos juntos son sólo un vago recuerdo. En las redes sociales todos son mejores que yo, se las dejo a ustedes. A mi me encuentras en la hortaliza. ¿Economía verde? No, nada de economía, tanta ensalada y, por la igualdad de género, también “radicchio“ rojo. Para contactarme utiliza una paloma mensajera, que es mejor que un smartphone. Si no estás de acuerdo, intenta comértelo.

La valentia del salmón

ideas para ir contracorriente

La experiencia, los consejos y las ideas del tío, entre el pasado y el presente, para animar a sus jóvenes sobrinos a construirse un futuro, sin detenerse ante las dificultades. Con la conciencia de un mundo en evolución tecnológica, que deja atrás a quienes tardan en adaptarse. Los verbos favoritos son: escuchar, reflexionar, construir, inventar, resolver. Aventuras y ejemplos del pasado como estímulo para desarrollar proyectos en el presente. Este es solo el comienzo de una serie de libros, con ideas educativas e ideas interdisciplinarias, para animarte a iniciar tu propio negocio. Utilizando como punto de partida la consideración, el conocimiento y la inteligencia, que son más importantes que el capital inicial. Con el deseo de que puedan animar a mis sobrinos, y a muchos otros jóvenes, o no jóvenes. Por la igualdad de género, y el caso, mis queridos herederos son Mariana y Fernando, que no saben Java, PHP, GO, pero siempre pueden aprenderlos. Aquellos que estén satisfechos, pero curiosos, pueden encontrar muchas ideas para aumentar sus conocimientos y divertirse con momentos de autocrítica. Si ya lo sabías todo y simplemente estabas aburrido, encontrarás una manera de contármelo y me servirá como incentivo para hacerlo mejor.

En los fogones por pasión

restauraciòn contracorriente

Próximamente

Incluso un restaurante puede ser una oportunidad empresarial. Lo importante es abordar el tema con imaginación y tecnología. La evolución, que comenzó con el mamut a la parrilla, continúa cada día.
Hoy en día no se trata sólo de tener la barriga llena, sino que es algo mucho más amplio y sutilmente variado.
Este es sólo el segundo volumen de la serie dedicada a mis sobrinos, como estímulo para aprender, imaginar y crear algo diferente, algo nuevo. La demostración de que algo simple es suficiente para crear un nuevo negocio. Porque incluso algo trillado puede funcionar si el ingenio, la paciencia, la experiencia y la tenacidad lo llevan en la dirección correcta. Sí, siempre yendo contra la corriente, agotador, a veces exhaustivo, pero el éxito recompensa a los tenaces.
Por la igualdad de género, y el caso, mis queridos herederos son Mariana y Fernando, y podrán identificarse con la próxima aventura de las musas inspiradoras de este libro. Quizás nunca abran su propio restaurante, pero siempre podrán aprender que se necesita pasión en todo lo que hacemos, y más aún en lo que nos gustaría hacer, recordando que los pequeños detalles pueden marcar una gran diferencia y ahorrar. nosotros de malos saltos en la oscuridad. O, mucho más simplemente, reírse en un contexto tecnológico. Porque la ciencia es algo serio, pero no se debe tomar en serio, de lo contrario corres el riesgo de quedarte dormido por aburrimiento. Un libro que puedes leer sin gafas de sol negras.